Narf e Manecas Costa

22 julio 2011 § Deja un comentario

«Aló irmao!», es un disco grabado en 2009 durante los dos días en los que sus autores compartieron su música con un público entregado en el Teatro Principal de Santiago de Compostela. Los responsables: el cantautor gallego Fran Pérez con su último heterónimo, Narf, y el guitarrista y cantante de Guinea Bissau, Manecas Costa, acompañados por un bajo y percusiones africanas y el equipo de Nordestía, preparados para dejar grabado en un disco la magia que surgiese esas dos noches viajeras.

«Turista marxinal, occidental, accidental; movendo o capital de capital en capital»

Después de conocerse en un camerino tras un concierto, y visto que la química funcionaba entre ambos, decidieron hacer algo juntos y grabarlo. Y lo hicieron. Y qué bueno para todos que lo hayan hecho. Con gran facilidad encuentran un camino por el que ir juntos, en algunos momentos cogidos de la mano, y que nunca queda postizo.

Cantando cada uno en su idioma, galego y crioulo con una pequeña incursión al inglés, encuentran una forma de cantar y tocar las guitarras que parece como si llevasen haciéndolo juntos toda la vida. Para que os podáis hacer una idea de lo que estoy hablando, sería como mezclar a Depedro, el tono de voz y las melodías de Narf me recuerdan bastante a la del músico madrileño, con unas guitarras con ese aire que le da José Gónzalez, y todo con la esencia de las músicas hechas en las que fueran colonias portuguesas en África, como Guinea Bissau, Cabo Verde o Angola, y que tienen por su propio legado una forma que las distingue del resto de África. La herencia de artistas como el angoleño Waldemar Bastos, del que Manecas Costa fue guitarrista, está muy presente en su forma de tocar y cantar.

Personalmente, un disco perfecto para escuchar estas vacaciones.

Soul Power

9 julio 2011 § Deja un comentario

Ayer lo comentaba de refilón, pero después me puse a investigar un poco más, y me pareció una historia bastante curiosa para compartir. Hablo del llamado combate del siglo, Rumble in the jungle, el combate en la selva, entre Mohamed Ali y George Foreman. Algunos tal vez hayáis visto el documental que hay sobre este, llamado «When we were kings» (Cuando éramos reyes), que cuenta la historia de ese combate en la capital de Zaire (hoy Congo), Kinshasha, en el año 74, y en el que Ali, por encima de todo pronóstico, se conviritó en el rey de los pesos pesados ante un gigante Foreman. Pero a parte del combate se habla mucho sobre la negritud, la vuelta a las raíces de los afroamericanos, que fue una lucha que Ali tomó como suya y de la que hizo bandera, consiguiendo ser muy amado en Africa y muy odiado en los Estados Unidos.

A la vez que se estaba organizando este combate, muchos músicos afroamericanos decidieron organizar un concierto con la misma idea de volver a Africa y llevar su música al lugar donde realmente había nacido. A la vez también que se realizaba el documental sobre este combate, el mencionado «When we were kings», se grababa paralelamente también otro sobre el festival, y que se llama «Soul Power».

Para los que hayan visto el documental sobre el combate este no les llamará mucho la atención, porque en el fondo hay un sentimiento común y muchas imágenes incluso aparecen en los dos, como algunas de algún concierto y alguna entrevista con el gran Ali, pero sí que se hace evidentemente más incapié en la parte musical y en la organización del festival. Al mismo viajaron desde James Brown, un verdadero ídolo de masas en África, The Spinners, Miriam Makeba (con su peinado imposible), el citado ayer Bill Whiters, B.B.King, The Crusaders y alguno más que me dejo por el camino, hasta la Fania Allstar con Celia Cruz a la cabeza.

Con estos últimos se nota una clara separación, pues hay como un grupo llevado por James Brown, líder indiscutible de todos los músicos afroamericanos, y otro en el que se encuentran los latinos, que aparecen casi como sparrings en la fiesta, pero su forma de tocar, con unas raíces muy africanas, y su manera tan sencilla de llegar a la gente, les convierte también en protagonistas. La salsa, aunque con una misma raíz en el fondo que lo que conocemos como «música negra», tiene una evolución bastante diferente del soul de Bill Withers o del blues de B.B.King. Podríamos decir que se trata diferentes caminos para llegar al mismo lugar. Hay una escena que me encanta en el avión de camino a Kinshasha en la que aparece hablando James Brown, mientras de fondo se les oye tocando «Cuando llegaré al bohío» con todo lo que encuentran en el avión.

A quien le guste la música negra o a quien quiera conocer algo más de esa parte de la contracultura americana de los setenta, ya sabe donde encontrar otra ventanita abierta.

Versiones de todos los colores: «Ain’t no sunshine»

8 julio 2011 § 2 comentarios

«Ain’t no sunshine» es una canción de Bill Withers, publicada en el álbum «Just as I am» en el 72 con el que llegó a ganar un Grammy como mejor canción de R&B y convirtiéndose en la canción con la que siempre se le recordará. Buscando información sobre su vida, acabo de leer que participó en los conciertos previos al mítico combate de boxeo entre Alí y Foreman en Zaire, con James Brown, Etta James y B.B.King. Casi nada, vamos.

Como siempre que se trata de una buena canción, el tema está versionado por multitud de bandas y solistas. Desde el mítico José Feliciano, que siempre aparece entre los versionadores de cualquier tema que a uno se le ocurra, hasta artistas como Lenny Kravitz (versión bastante pobre por cierto), Sting, Tracy Chapman… y un Michael Jackson jovencísimo haciendo una versión preciosa.

Ahora, si quieren, elijan la suya. Yo, me quedo con la original, aunque se queda muy cerquita la del versión más blusera del también grande Freddie King.

¿Dónde estoy?

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